La situación , está en medio de un paraíso (al menos en verano) con toda clase de animales dando vueltas por la zona ( caballos ,vacas etc).Es muy coqueto ,muy bien decorado y tranquilo ,para desconectar, muy bien situado para conocer la zona .Las chicas que lo atienden,son maravillosas,te hacen sentir comodísimo,a parte de resolver cualquier problema, y aunque és un bread & breakfast,a 4 km hay tres restaurantes estupendos ,donde Las Fuentes te sirven un menú muy bueno.La casa permite hacer excursiones con bicicletas, tomar lo que quieras que hay en la nevera con refrescos cafés etc...No hay ningún problema para aparcar y un gran silencio.

El suelo de las habitaciones es de madera sin ningún aislamiento de manera que si estás en el piso de abajo cualquier movimiento es una exageración , por suerte la mayoria de la gente va a las mismas horas y cuando todo el mundo está en la cama reina un gran silencio.

Muy acogedor, un salón muy amplio en la planta baja, una decoración impecable, habitaciones muy cómodas, baños modernos. Se llega en pocos minutos a "Las fuentes", donde la comida es deliciosa.

Todavía no están puestas las señales para llegar, está a la izquierda de la iglesia que se ve según llegas. Se oye mucho ruido entre las habitaciones.

La amabilidad del personal y la decoración de la casa.

Nada, todo perfecto!

Magnífica atención personal, te sientes realmente como en casa. Buen desayuno casero. Preciosa ubicación con muchas opciones alrededor para pasar el tiempo.

El Mirador de Lanchares está ubicado en una pequeña población y su principal virtud es la tranquilidad. Se duerme muy bien, alejado de cualquier tipo de ruido. El trato de las chicas que lo atienden muy familiar y agradable.

La falta de armario donde colocar la ropa (al menos en la habitación que tuvimos, la número 4), y los ruidos de las habitaciones de la planta de encima (No existe un forjado propiamente dichom, es un tarima apoyada sobre vigas de madera y se oyen hasta los más leves pasos) Es recomendable reservar en la planta más alta.

Un hotel para pasar unos días de tranquilidad. Me escapé buscando tranquilidad y encontré lo que estaba buscando. Un hotel muy bonito, normalito, pero decorado con gusto. El edificio sigue la linea de construcción de la zona, rustico. Piedra y madera. La entrada a la posada la tienen muy cuidada con un pozo de piedra y jardin. Las paredes y decoración en general guarda mucho el ambiente de la zona. La habitación muy espaciosa. Una chica me estaba esperando para entregarme la llave y para informarme que hacer. Estuve dando una vuelta por el embalse del ebro, una preciosidad de sitio. Cerca es VIRTUS, donde se firmó la paz romana con los cantabros. Al final me quedé un día más... Sin duda el lugar perfecto para descansar

Era lo que estába buscando. Todo fenomenal. No tiene restaurante, pero cerca hay uno muy bueno con comida casera.

Dificil de encontrar por ausencia de señalicaciónes aunque el personal del hotel se preocupa bastante de asegurar que al final llegues al destino.